Hasta siempre, Manolo

A nadie se le escapa lo ocurrido durante este 7 de junio de 2012. Muchas han sido las emociones vividas en menos de 24 horas alrededor de una carismática persona como fue D. Manuel Preciado Rebolledo, recientemente fallecido. Las muestras de ánimo y cariño han sido ilimitadas durante el día: clubes, deportistas, incluso algunos políticos, han mostrado su pesar por la pérdida de alguien muy querido, sobre todo por los aficionados, quienes han realizado diversas concentraciones en su honor.

A lo largo del día he leído diversas crónicas sobre este trágico suceso donde sus autores desvelaban la emoción sufrida a la hora de hablar sobre un tema tan delicado. También es mi caso. Sobre todo, cuando se trata de una persona que ha calado muy hondo en la gente del fútbol, y más concretamente en el sportinguismo, como el señor Preciado. Un señor de los pies a la cabeza que ha sabido superar, no sin dificultad, la continua pérdida de seres queridos como eran su mujer, uno de sus hijos y su padre. Un señor que, por qué no decirlo, muchos admirábamos, y lo seguiremos haciendo, por su carácter y valentía a la hora de afrontar todos los problemas que le ha puesto por delante una vida más que injusta.

Como muchos sabéis, y si no lo descubrís ahora, quien escribe estas líneas es un seguidor confeso del Sporting, y por índole de un hombre que en su día devolvió la ilusión a una afición abonada a la desesperación y a la falta de esperanza. Una esperanza que hace ya 6 años nos trajo un bajito con voz ronca y bigote, que dio mucho por nosotros sin pedir nada a cambio. Desde aquí no queremos despedir a Manolo, ya que su recuerdo permanecerá en la memoria de todos como otros tantos ya han conseguido. Es por esto que el artículo no es un adiós. Es un hasta siempre. Manolo Preciado, descansa en paz.

@MarcosFSellers