viernes, 22 de febrero de 2013

No alimentemos falsas esperanzas


La semana pasada vivimos el fin de semana más importante del calendario baloncestístico anual. La disputa del All Star, unida a los mundialmente conocidos concursos de mates y triples celebrados en la NBA, entre otros acontecimientos, nos ha dejado un fin de semana más que interesante, a la par que confuso, sobre todo a raíz de los rumores sobre la posible vuelta a las canchas de Michael Jordan. ¿Es una posibilidad real el regreso del mítico jugador de los Chicago Bulls?

La gran mayoría coincide en que ‘’Air’’ Jordan es el mejor jugador de baloncesto de la historia. Incluso algunos lo califican, si cabe, como el mejor deportista de todos los tiempos. Pese a que las lesiones y sus amagos de retirada nos tuvieran en vilo en un par de ocasiones, su efectividad y su determinación en los instantes finales de las grandes citas, entre otras muchas cualidades, quedarán grabadas en la retina de todos y cada uno de nosotros para la posteridad.

Bicampeón olímpico, seis veces campeón de la NBA… Lógicamente, sus títulos le avalan con amplias garantías, pero 50 años, como los que acaba de cumplir el americano, son demasiados para practicar a nivel profesional un deporte tan exigente como el baloncesto. Es probable que, incluso a su edad, supere a muchos de los jugadores actuales, puesto que la calidad nunca se pierde, y la suya era digna de una total admiración. ¿Nos gustaría volver a verle en activo? Claro que sí, aunque solo sea por el morbo de volver a ver al más grande en acción. Pero seamos serios. El tiempo de Jordan terminó hace mucho. No alimentemos falsas esperanzas.



viernes, 15 de febrero de 2013

Se avecina tormenta


En los últimos meses, rara es la semana en la que no tengamos alguna información o algún indicio de dopaje en el deporte, y aún más en esta, cuando se está llevando a cabo el juicio por la llamada ‘’Operación Puerto’’, encabezada por el médico español Eufemiano Fuentes, apoyado por su propia hermana, entre otras personas, que ha salpicado, una vez más, el mundo del ciclismo.

Mención especial merece en este juicio la declaración realizada por Jesús Manzano, uno de los corredores afectados, que relata cómo eran obligados a doparse o, en caso contrario, serían expulsados del equipo. Un ejemplo de todo esto son las transfusiones de sangre a las que se sometían, y que a la vez eran transportadas en cartones de vino ¿De verdad puede alguien ensuciar algo tan mágico como el deporte, llegando incluso a poner en peligro la vida de los demás? Pues, visto lo visto, parece ser que sí.

La situación con respecto al dopaje es, cuanto menos, desalentadora. Ya no hablo solo del ciclismo, sino del deporte en general, y más concretamente del español. En ningún momento queremos dudar de la honorabilidad de aquellos deportistas que han conseguido tantos y tantos éxitos de una forma ''limpia'', pero sí que debemos reconocer que el dopaje es un tema tabú del que nadie quiere hablar, algo que debemos subsanar. Por desgracia, cada vez salen a la luz más casos de dopaje en el deporte. Y tal y como están las cosas, saldrán muchos más. Se avecina tormenta.


viernes, 8 de febrero de 2013

Es tiempo de buscar soluciones


Debo reconocer que las líneas que vienen a continuación están escritas con algo de rencor y con un objetivo más crítico de lo normal. Hoy me gustaría comentar lo sucedido el pasado fin de semana en la Copa Davis, donde el conjunto español fue derrotado en primera ronda, viéndose abocado a jugar dentro de unos meses una promoción para no descender de categoría y conservar su plaza en la élite.

Una de las posibles razones de la debacle anteriormente comentada es la ausencia de varios jugadores importantes (sin contar los lesionados o en proceso de recuperación). En mi opinión, este es un problema que habría que atajar de raíz, haciendo hincapié en descubrir su origen. Aquí yo sugiero y propongo para su análisis un par de teorías: ¿Se trata de un problema de calendario, originado por la mala planificación de la ATP (máximo organismo a nivel mundial)? ¿O se trata, por el contrario, de una cuestión de ego de los jugadores, que solo ansían deslumbrar en las fases finales y dejar el trabajo sucio a otros? Yo me inclino más por la primera, ya que esta última afirmación puede que sea algo descabellada, pero en esto del deporte nunca se sabe.

Y con todo, no hay que olvidar que el combinado nacional ha conseguido la histórica cifra de 5 ensaladeras y 2 finales en los últimos 13 años, aunque esto no da derecho a tirar por la borda una edición de la Copa Davis como lo han hecho. Quizás ahora sea el momento de valorar de verdad todo lo que se ha logrado estos años atrás y de replantearnos el verdadero valor que tiene esta competición, de principio a fin. Es tiempo de buscar soluciones.