Estuvo cerca, muy cerca, pero al final no pudo ser. Tres
fueron los puntos que separaron a Fernando ‘Magic’ Alonso de la gloria, una
gloria que consiguió Sebastian Vettel, convirtiéndose así en el tricampeón más
joven de la historia. Muchos dirán que más que una lucha entre pilotos, esta ha
sido una victoria de Redbull sobre Ferrari, pero para nosotros Fernando ha
sido, es y será nuestro verdadero campeón.
En este mismo blog comentábamos a principios de año la
esperanza que teníamos depositada en el
asturiano, una esperanza que, visto el desarrollo del campeonato, seguiremos
teniendo el año que viene. Alonso ha demostrado, una vez más, que, con un coche
muy inferior al de sus competidores, es capaz de estar en la disputa por el
mundial hasta el final, luchando contra viento y marea, llegando incluso a
rozar la consecución del campeonato en algunos momentos del último gran premio.
No obstante, y a pesar de que no tenga el mejor coche,
Fernando seguirá siendo el mejor piloto de la parrilla. Y no lo digo yo, ya que
es algo que hasta algunos sus oponentes, y a la vez compañeros, han confirmado.
Ahora lo que nos toca es ver el vaso medio lleno, y pensar que la Fórmula 1
sería muy aburrida si Alonso tuviera el mejor coche, algo que de momento suena
a utopía. Hasta entonces, solo nos queda seguir disfrutando de su magia y, como
hasta ahora, darle todo el ánimo del mundo de cara al año que viene. ¡Avanti
Fer!